jueves, 11 de febrero de 2016

Reseña La naranja mecánica 



Autor: Anthony Burgess
Nº de Páginas: 224
Editorial: Planeta

El autor

Anthony Burgess (1917-1993) desarrolló una intensa carrera como educador en Gran Bretaña y Malasia entre 1946 y 1960. Desarrolló su actividad creativa tanto en el campo de la literatura como en el de la música, alcanzando justa fama como compositor. Escribió música de cámara y algunas obras para orquesta, y publicó entre otros libros un ensayo sobre Joyce, una panorámica de la ficción contemporánea y varias novelas: Enderby por dentro, Nothing like the sun, The wanting seed, Trémula intención y Poderes terrenales. La mayor parte de su obra literaria se sitúa fuera del campo de la ciencia ficción y de la literatura fantástica, pero su novela más conocida, La naranja mecánica, se inscribe precisamente en este género.

Sinopsis

La naranja mecánica, publicada en 1962, sitúa la acción en el futuro cercano de la década de 1970. Burguess narra la historia de cuatro adolescentes, o nadsats, tal como se llaman en la jerga creada por el autor. El protagonista, Alex, y sus amigos, o drugos, viven en un mundo de crueldad y destrucción. Tras la brutal violación de la mujer de un escritor, Alex es detenido y llevado a un centro de rehabilitación, donde será elegido para participar en un novedoso y drástico experiemento que pretende que aborrezca la violencia. Una vez reinsertado en la sociedad, el tratamiento tendrá consecuencias impredecibles.

Mi opinión

Casi todo el mundo conocerá La naranja mecánica, sobre todo por la excelente película de Kubrick.
Alex y sus amigos se pasan las noches bebiendo leche con velocet, una droga ficticia, en el bar Korova, para luego ir a asaltar casas, pelearse con otras bandas, etc. La historia nos la cuenta Alex, en voz de primera persona, intercalando palabras del idioma adolescente que inventó Burguess para la novela: el nadsat, una especie de ruso. El libro viene con un diccionario de todos los términos nadsat, al principio el hecho de tener que mirar dicho diccionario para entender los términos hace que se interrumpa un poco el ritmo de la narración, pero poco a poco uno se va quedando con el significado de cada uno y hacia la mitad casi ni hace falta mirar el glosario.
Burguess no tiene ningún tipo de censura a la hora de contar los pasajes más crudos de la novela, las agresiones, las violaciones (una de ellas a una niña pequeña), los métodos drásticos del experimento al que someten a Alex para que odie la violencia... Quizá a muchos les eche para atrás esta agresividad, e incluso quizá algunos tilden de violento y sádico a Burguess, pero en mi opinión lo que pretende mostrando tanta crueldad precisamente es lo contrario, que un ser humano no puede llegar a esos extremos.
Detrás del experimento del gobierno para que Alex odie la violencia, llamada técnica de Ludovico, y las reflexiones del capellán de la prisión, encontramos el dilema moral de cómo tiene que ser la personalidad de una persona, de si es mejor ser buena persona por que te obliguen a ello, o ser cruel por decisión tuya. Está claro que es mejor ser bondadoso y buen ciudadano, pero se es así por imposición, el ser humano pierde la libertad. Este debate que se plantea me parece muy interesante. Además, las desastrosas consecuencias que para Alex supone este tratamiento encierra una mordaz crítica a como los gobiernos nos quieren manipular y controlar, convertirnos en "hombres mecánicos" que hagamos todo por inercia (de aquí la metáfora del título).
En definitiva una lectura muy interesante que te hace reflexionar sobre muchas cosas relacionadas con la sociedad, la violencia y los gobiernos.

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