miércoles, 25 de noviembre de 2015

Reseña de Voces de Chernóbil



Autora: Svetlana Alexievich
Nº de Páginas: 408
Editorial: Debolsillo

La autora


Svetlana Alexievich (1948) es una afamada periodista, escritora y ensayista bielorrusa y Premio Nobel de Literatura 2015. Su obra ofrece un retrato profundamente crítico de la antigua Unión Soviética y de las secuelas que ha dejado en sus habitantes. Se licenció en periodismo por la universidad de Minsk y colaboró con la revista local Neman, para la que escribía ensayos, cuentos y reportajes. Ha cultivado su propio género literario, al que denomina «novelas de voces», donde el narrador es el hombre corriente -aquel que no tiene voz, el mismo que se ha llevado su propia historia a la tumba, desde la Revolución hasta Chernóbil y la caída del imperio soviético-. En sus libros, traducidos a más de veinte idiomas, Svetlana Alexievich trata de acercarse a la dimensión humana de los hechos a través de una yuxtaposición de testimonios individuales, un collage que acompaña al lector y a la propia Alexievich a un terrible «descenso al infierno». Es autora de U wojny ne zenskoje lizo (La guerra no tiene rostro de mujer, 1985; ed. act. 2008), Zinkovye malchiki (Los muchachos de zinc, 1989; ed. act. 2007), Tchernobylskaya molitva (Voces de Chernóbil, 1997; ed. act. 2014), Poslednie Svideteli (Últimos testigos, 2004) y Vremya sekond-khend (Tiempo de segunda mano, 2013). Ha recibido varios galardones, entre los que cabe destacar, el Premio Ryszard-Kapuscinski de Polonia (1996), el Premio Herder de Austria (1999), el Premio Nacional del Círculo de Críticos de Estados Unidos por Voces de Chernóbil (2006), el Premio Médicis de Ensayo en Francia por Tiempo de segunda mano (2013) y el Premio de la Paz de los libreros alemanes (2013), entre otros. Su espíritu crítico, su profundo compromiso y su fructífera carrera literaria han convertido a Alexievich en ganadora del Premio Nobel de Literatura.

Sinopsis

Un libro estremecedor que da voz a las personas que sobrevivieron al desastre de Chernóbil y que fueron silenciadas y olvidadas por su propio gobierno. ''EN MITAD de la noche oí un ruido. Gritos. Miré por la ventana. Él me vió: ''Cierra las ventanillas y acuéstate. Hay un incendio en la central. Vendré pronto.'' El relato de la esposa de Vasia, un joven bombero, abre este impactante libro sobre las secuelas que la catástrofe de Chernóbil dejó en personas que lo vivieron y de la manipulación de la información por parte de las autoridades soviéticas. Este libro está planteado como si fuera una tragedia griega, con sus coros y unos protagonistas marcados por un destino fatal que hacen oír sus voces a través de monólogos. Pero a diferencia de una tragedia griega, en Chernóbil el orden no volverá a restablecerse: no hay catarsis posible.

Mi opinión

Quería leer algo de la flamante ganadora del premio Nobel de literatura de este año y creo que no he podido hacer mejor elección. Voces de Chernóbil es una crónica brillante sobre el mayor desastre medioambiental del siglo XX. Svetlana se sirve de sus entrevistas con diferentes personas que de una forma u otra se han visto afectadas por el accidente de la central para ofrecernos una visión de cómo se siente verdaderamente alguien que pasa por algo así, y la variedad de testigos es infinita: liquidadores, militares, científicos, bomberos, maestros, etc, o simplemente habitantes que sufrieron las consecuencias, junto con familiares: madres que perdieron a sus hijos, viudas, etc. 

Esta gran variedad de relatos que no son más que el plasmo de lo que dijeron los entrevistados, nos ofrece una visión mucho más amplia y mucho más humana del desastre. Svetlana digamos que no tiene un texto "propio", pues son los testimonios de otras personas, pero la forma tan directa y literal de plasmarlos es un gran acierto, porque no pierden ni un gramo de la esencia de lo que quisieron expresar esas personas, puesto que si los hubiese interpretado ella, podrían haberse difuminado esas sensaciones. Svetlana consigue que sepamos realmente que piensan y cómo se sienten años después de sufrir la tragedia. Por otro lado, su trabajo de desplazarse al lugar, encontrar esas personas, entrevistarlas, etc, ha sido una gran labor que no ha debido ser nada fácil y por ello Svetlana merece todo el reconocimiento, (así ha sido con el Nobel). 
Esta reseña me va a quedar corta, pero es que poco más puedo añadir a tal monumental crónica, tan solo decir que es imprescindible leerla para comprender los demonios y los miedos del ser humano. 

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