martes, 13 de octubre de 2015


Reseña El Castillo 



Autor: Luis Zueco
Nº de Páginas: 688
Editorial: Ediciones B

El autor


Luis Zueco es Ingeniero Técnico Industrial por la Universidad de Zaragoza, Licenciado en Historia por la Universidad Nacional de Educación a Distancia, Máster en Investigación Artística e Histórica por la Universidad Nacional de Educación a Distancia en el 2009. Miembro de AEAC (Asociación Española de Amigos de los Castillos). Colaborador en diversos medios de comunicación como Aragón Radio, ABC Punto Radio, Radio Ebro o EsRadio y la revista Arqueología, Historia y viajes sobre el mundo medieval.
Mención de Honor en el "Premio Internacional de Novela Histórica Ciudad de Zaragoza 2012"por la novela "El escalón 33", por la que también recibió el premio de "Mejor Thriller Histórico 2012"  de parte de la web Novelas Históricas y fue seleccionada por el "I Certamen de Novela Histórica Ciudad de Úbeda".
Su actividad literaria se dirige en dos líneas: la Investigación Histórica, centrándose en el periodo del siglo VIII al XV; y la literaria, dentro de los géneros de intriga y novela histórica.

Sinopsis

Una novela sobre la construcción del grandioso e imponente castillo de Loarre. El sueño de unos hombres y mujeres que desafiaron su destino hace mil años. Entre la Tierra Llana y el Pirineo aragonés se encuentra el monumento militar románico más importante de Europa: el castillo-abadía de Loarre, una fortaleza impresionante , construida cuando esa zona era una peligrosa tierra de frontera. ¿Cómo se edificó? ¿Quién logró tal hazaña? Todo comenzó cuando un aguerrido monarca, el rey Sancho III el Mayor, decidió levantar una fortificación en una recóndita sierra, poco poblada y desde la que se podía avistar al enemigo musulmán a diez kilómetros de distancia. Y con la promesa de un futuro mejor, atrajo a un grupo de hombres y mujeres para quienes la supervivencia era una heroicidad cotidiana. Entre ellos, un maestro de obras lombardo; Juan el carpintero y su hijo Fortún; Ava la arquera; Javierre, un muchacho cuya ambición creció a la par que el castillo; y un sacerdote fiel al viejo rito hispánico, acompañado de la inteligente y misteriosa Eneca. Y con sus escasos medios y conocimientos, lograron superar las limitaciones que les imponían la ignorancia y el poder hasta culminar la fortaleza religiosa y militar desde la que se gestó uno de los más importantes reinos medievales, clave de la Reconquista. Esta es su epopeya.

Mi opinión

Muy buenas, hoy traigo mis impresiones sobre la que sin duda es para mí una de las novelas del año. El Castillo es una novela de superación, nos demuestra que si se persigue un sueño con la tenacidad suficiente al final se logra. 
Para empezar, la edición esta cuidadísima y muy trabajada, con un mapa al principio de los reinos de Sancho El Mayor, y al final, el mapa de cómo queda el reino con su heredero, además de un árbol genealógico para que sepamos quién es quién en la realeza, nota del autor aclarando algunos puntos y la bibliografía utilizada. 
Luis Zueco nos cuenta la historia de Fortún, un muchacho soñador y despistado que un día llega a la aldea de Loarre con su padre, para trabajar en un castillo que el rey Sancho El Mayor ha encomendado a un maestro de obras lombardo, como última fortaleza ante la presencia musulmana en la Península. 
Esta tarea conllevará para la aldea y sus habitantes numerosas aventuras, desencuentros, desgracias, alegrías....
Se nota que Luis es un gran conocedor de los castillos y las técnicas de construcción, ya que las escenas en las que narra las diferentes fases de construcción del castillo están muy bien explicadas y desarrolladas. Aquí voy a ponerle un defectillo (que para nada empaña la obra, es una minucia) y es haber incluido pies de página o un pequeño diccionario al final explicando los diferentes tipos de técnicas y construcciones, ya que para el que no este familiarizado se puede perder un poquillo.
A pesar de que los personajes principales son ficticios, Luis los ha perfilado tan bien que son totalmente plausibles: tenemos a Ava, la intrépida arquera, que destaca por su descaro y valentía en una sociedad patriarcal y machista y que encandilará a Fortún desde su primer encuentro. En contrapunto, está Eneca, una muchacha mucho más recatada y que parece indefensa y frágil, pero posee una extraordinaria inteligencia, además de amplios conocimientos curativos mediante la utilización de diferentes plantas. Conoce la naturaleza a la perfección y es capaz de comunicarse con ella. Posee además la habilidad de tener visiones sobre el peligro inminente, y es en todo esto donde radica su fuerza. Fortún también se sentirá atraído por ella, formando un triángulo amoroso. Si queréis saber por quién se decanta Fortún (por cierto yo estoy de acuerdo con la decisión) tendréis que leer la novela. También tenemos a Juan, el padre de Fortún, un hombre que es un simple carpintero pero que aspira a más, siempre al lado de Fortún, normalmente recriminándole por estar siempre en la inopia, pero siempre dispuesto a defender a su hijo ante quien sea, lo cual le acarreará ciertos problemas. 
El maestro de obras es un lombardo, el último que queda en la Península, pues todos los demás han abandonado fortalezas y catedrales a medio hacer. En principio es un hombre hosco, que siente un gran desprecio por los habitantes de Loarre, en especial Juan y Fortún, a quienes coge como ayudantes, pero les ve demasiado simples para entender el arte de la construcción. Sin embargo, poco a poco irá descubriendo que padre e hijo no son tan faltos de entendimiento, y comienza a instruirles en las técnicas básicas de construcción, tanto de la fortaleza como de máquinas destinadas a dicha tarea. Acabará cogiendo cariño a Fortún y Juan, pero no tanto a Javierre, el mejor amigo de Fortún. Éste es un pastor con grandes aspiraciones y ambiciones. Al comienzo parece ser un amigo leal, pero iremos descubriendo que únicamente se mueve movido por el interés y las ansias de poder, llegando a cometer actos horrendos. El sacerdote es un buen hombre de Dios, que se esfuerza tanto como el resto de la aldea para llevar a cabo la importante misión de levantar el castillo, incluso llegando a tomar las armas cuando es necesario, y es sobre todo el protector de Eneca, con quien comparte un vínculo especial. 
Destaco también  a los amigos de Fortún. Isidoro, un picapedrero con un gran talento para tallar, y que se convertirá en la mano derecha de Fortún cuando éste se convierta en maestro de obras, y Galindo, un guerrero experto en lanzar cuchillos que se encarga de la defensa del castillo en los ataques que sufrirá a lo largo de la novela. Ambos son personajes muy simpáticos que llegan al lector por su carisma, su bondad, su lealtad y su valentía en los momentos de más apuro.
Y por último, pero no por ello menos importante, el personaje central de la novela: Fortún. Me ha encantado, sobre todo por la gran evolución que tiene a lo largo de la novela; al principio es un muchacho perdido en la vida y siempre distraído, pero el trabajar en las obras, las enseñanzas del lombardo, las experiencias que vivirá, los peligros, los viajes, visitar otros lugares, ponerse a cargo de otros maestros.... todo ello le forjaran hasta convertirle en un hombre valiente, decidido, con ideas fijas y muy claras, desafiante y con un gran genio constructivo, que finalmente le lleva a erigir la mayor y mejor fortaleza de la Cristiandad.  
Por supuesto los personajes históricos tienen su aparición en la novela, aunque en menor medida: el rey Sancho el Mayor, sus hijos Ramiro, García, Sancha, Gonzalo, la nobleza castellana, los jefes musulmanes....personajes muy bien medidos y construidos a pesar de sus breves apariciones. 
La novela se desarrolla en un período muy convulso de nuestra historia; la muerte de Sancho el Mayor desata el enfrentamiento de sus hijos por los territorios de su padre, y esto evidentemente afectará a Loarre y al Castillo, cuya construcción se ve paralizada hasta en dos períodos distintos, además de los asedios que sufrirá por partidas musulmanas de Bolea y Wasqa (Huesca). Las escenas de acción están magistralmente narradas, uno se siente en la misma fortaleza, entre los habitantes de Loarre, defendiendo las murallas de las flechas incendiarias, los arietes y las ordas de infieles que escalan por los muros. También las descripciones de las ciudades, sobre todo Saraqusta, la Ciudad Blanca (zaragoza) son brillantes.
En definitiva, al igual que se construyó un castillo tan imponente como Loarre, Luis construye una novela magistral. Ojalá que se hable de ella dentro de mil años, al igual que se habla ahora del castillo de Loarre, mil años después de su construcción. Y por supuesto en cuanto pueda visitaré Loarre. 

Dejo el enlace de la web del castillo para quien le interese http://www.castillodeloarre.es/vistas/01.aspx?id=12



No hay comentarios:

Publicar un comentario